jueves, 6 de diciembre de 2007

Arte...


Qué es arte, preguntas mientras clavas tu pupila en mi pupila azul… ¡Qué es arte! ¿Y tú lo preguntas?... arte eres tú...; vale, esto es un buen inicio para hablar de un tema que hoy me ronda la cabeza… qué mejor que comenzar el texto con pinceladas (modificadas a caso hecho) de uno de mis poetas favoritos, que, aunque resulte manido, todo el mundo dice que es su favorito, a mi me gustan no sólo sus poemas, sino también su prosa, como Maese Pérez el organista. Huelga decir quién es.

Bueno, creo que me estoy desviando ya tan pronto de mi idea inicial... Y es que hoy en día, cualquiera dice ser artista... cualquiera puede serlo... está al alcance de tu mano... ¿o no?. Pienso que todo aquel que se autodenomina artista, pierde todo lo que ganó con el tiempo o todo lo que tenía... arte... arte... arte puede ser cualquier cosa. Si le damos la vuelta a la tortilla, el arte lo ve quien lo percibe... entonces ¿quién es el artista ahora?. Quien lo ve, sin duda. Todos llevamos arte dentro. Distinto, pero arte al fin y al cabo.
Otra cosa ya es que haya más o menos gente que comulgue contigo a la hora de plasmar y/o percibir. Entonces se acotan los límites inicialmente ligados a tantas personas como somos en la actualidad.

Aparte de todo eso creo que sólo unos pocos son los afortunados, y todo lo que tocan lo transforman en belleza. Puede haber mucho arte en una fotografía que no plasme nada en concreto, simplemente que esté viva . Una pintura puede decir tanto sólo con los colores, con las pinceladas…y es que si te llega desde la retina hasta el corazón pasando por el cerebro… uf… cuando eso pasa… qué explosión. Una melodía que te hace sentir escalofríos, ese vaivén de ritmo, el compás que no cesa… no puedes evitar sentirlo… y bailas, gritas… o sólo escuchas. Un sabor, una textura… también es arte, también está en el paladar… igual que un olor… un olor… ¿puede ser arte? si te transporta automáticamente a donde fuera que lo oliste y que tanto te marcó, ¿por qué no?. Un poema, una carta, una frase… cuánto dicen las palabras, cuánto hablan los silencios, las pausas, la cadencia de la voz que lo lee... Y qué decir de una sonrisa… Hay sonrisas que son obras de arte que no puedes comprar. Esas sonrisas que visten un rostro, esas con las que se ilumina un día lluvioso. Las hay que te hacen recorrer mariposas por el estómago; otras se contagian, y automáticamente ya sois dos los que regaláis luz a la rutina; con las que no podrías vivir si no existieran o las que te hacen sentir bien; pueden ser inocentes, dedicadas, seductoras, amorosas… pero siempre son arte las sinceras…me voy por las nubes; ya vuelvo.

Y es que por mi vida ha pasado tanto genio… que me siento chiquita cuando pienso en ello. En dos segundos un papel en blanco se volvía magia, una pared contaba historias, un tarareo susurrante, o una canción con voz rasgada te inyectaba energía, el rascar en una guitarra…

Mira a tu alrededor, hoy puedes encontrarlo camuflado, no está marcado, sin nombre, sin etiquetas, en cualquier parte...

Suerte.

NO AL CIERRE DE WEBS

Se asomaron a este rincón...