Hoy caminando por la calle he vivido uno de esos trocitos de felicidad; ¿la mecha?, el frío, que por fin ha llegado... ¿el acelerante? el olor a castañas al fuego... ¿la sensación?, maravillosa.
Rodando por mi pensamiento como niños cuesta abajo que juegan sin pensar en el mañana, me han venido ideas simples, muy simples, optimistas, llenas de vida... más que ideas, sensaciones... ¿por qué no podemos parar el tiempo en esos instantes?...
O mejor; ¿por qué no podemos pararlo siempre que queramos?.
He comprobado entonces que no podemos ser felices, sino estar felices... a veces.
Es por ello que se cumplen las ideas/barra/pensamientos que cité al principio: "nadie es feliz siempre"; "nadie conoce lo feliz que es hasta que deja de serlo".
¿Por qué no buscamos entonces ese trocito de felicidad antes de que se lo lleve el viento, lo evapore el calor, o lo escondan los malos pensamientos?